lunes, 16 de junio de 2008

Discriminar para defenderse

El maestro, antes que nada, es un administrador de autoestimas. Su autoridad es represiva o permisiva y de acuerdo a su intervención, marcará por muchos años la personalidad de sus alumnos.

Ante la permisividad de mis maestros y las burlas recurrentes de mis compañeros sobre mi aspecto, yo respondía atacando. ¿A mis compañeros bonitos? No, a mis pares. Para evitar ser el boludo del aula, comencé a cargar a otros compañeros, con la misma crueldad, a veces, que muchos a mí. Discriminé para que no me discriminasen. Entiendo que lo hice para defenderme pero ello no me libra de cargos.

En esto días estoy trabajando para una tele-conferencia organizada por el Ministerio de Educación en la que participaré como invitado ante 2000 maestros de todo el país y siento la curiosidad de preguntarles quienes de ellos administran la autoestima de sus alumnos o simplemente se reducen a enseñarles matemática o lengua.

No hay comentarios: