sábado, 28 de agosto de 2010

Intento de levante en el subte


Estaba en el subte. Estuve 3 estaciones mirando a una mina deseando que ella también lo hiciera. Cuando se producía esa magia era la señal que me permitía sentarme a su lado sin generar miedo ni una reacción adversa. Ella tenía unos 27 años, era linda de cara, y tenía un buen cuerpo. Yo tenía 28 años y me había puesto como meta sacar 2 teléfonos por día para lograr sí o sí una cita el sábado. El subte era para mí como el río de los pescadores. Hablamos unos minutos y cuando fue evidente que se trataba de un levante, ella me dice:
-me viste el culo, ¿no?

-perdón

-Sí, me viste el culo.

-No, no te vi el culo.


-No te creo, todos hacen lo mismo, a los hombres solo les gusta mi culo y quieren salir conmigo solo por el culo.

Le volví a decir que no. Ella dejo de preguntar. Hablamos un rato más y me anotó su teléfono en un papel para salir el sábado. Se bajo antes y me besó en la mejilla. Señal positiva. Cuando se dio vuelta entendí su preocupación. Tenía el mejor culo que una vez haya visto. Redondo, duro, firme pero con flexibilidad suficiente como para balancearse con sutileza en un andar, al parecer, armado para que esos glúteos se lucieran.

Nunca me atendió el teléfono. ¿El culo le habrá avisado que yo sentí lo mismo que todos los hombres?


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