domingo, 15 de agosto de 2010

Y sí, a veces la belleza no importa.

Siempre se ha dicho que las personas bellas tienen las de ganar. Y los estudios científicos lo confirman. Se ha demostrado, por ejemplo, que no solo logran un mejor salario sino que salen mejor librados de las evaluaciones sobre desempeño laboral. También se ha comprobado que reciben mejores calificaciones cuando aplican a un programa de estudios, más votos en elecciones populares, mejores ofertas al comprar y sentencias menos drásticas en un juicio.
A este fenómeno se le conoce como el efecto 'lo bonito es bueno'. Pero un nuevo estudio acaba de confirmar que en el caso de las mujeres este efecto tiene sus limitaciones y para muchas de ellas ser bellas no es una bendición sino una condena. El trabajo fue publicado en el Journal of Social Psychology y en él se concluye que las mujeres lindas sufren de discriminación cuando aplican a ciertos trabajos considerados masculinos y para los que la apariencia no es importante.

En uno de los experimentos, se les dio a los participantes una lista de cargos así como fotos de aspirantes de ambos sexos, y se les pidió que relacionaran aquellos que eran más aptos para asumir cada trabajo. Las mujeres bonitas fueron menos escogidas para puestos de seguridad e ingeniería y más ligadas para oficios como secretaria y recepcionista. "En ciertas profesiones, como gerente de desarrollo e investigación, directora de finanzas, ingeniería mecánica y supervisión de construcción, ser atractivo es una variable que juega en contra de las mujeres bonitas-, dijo a SEMANA Stefanie Johnson, profesora de la Universidad de Colorado y directora del estudio-. En otro tipo de trabajos, como vendedora de ropa interior, enfermera, relaciones públicas, las mujeres atractivas son preferidas", agrega. Lo curioso es que los hombres apuestos no sufren este tipo de discriminación y siempre tienen ventajas frente a ellas.

El trabajo es consistente con investigaciones anteriores, y aunque no explora las posibles causas, la autora cree que se debe a que, como las mujeres atractivas tienen siempre una ventaja, las rechazan en cargos para los cuales no es importante la apariencia "con el fin de compensar por esa injusticia", dice Johnson. Pero para otros es una confirmación del llamado efecto 'bimbo', que la abogada Deborah Rhode, autora del libro The beauty bias (El sesgo de la belleza), describe como la penalización que sufren las mujeres por ser bonitas o muy atractivas. Porque, según le dijo a esta revista, "se cree que les falta inteligencia para desempeñar trabajos exigentes". Tanto Rhode como Johnson aseguran que las bonitas viven ambas situaciones, pues se les exige cumplir con un estándar más alto de apariencia, "pero también se les castiga por ser demasiado lindas".



Fuenta la semana.com

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